sábado, 19 de diciembre de 2009

Sentimientos aislados

La historia da cuenta, de una isla de hermosura indescriptible, de largas playas de arena blanca, acariciadas por aguas mansas, cristalinas y puras del color de las lágrimas, en la que vivían todos los sentimientos y valores del hombre, el buen humor, la tristeza, la sabiduría, el amor y muchos mas….
Lo cierto es que un día los sentimientos y valores comprendieron que aquel paraíso que parecía eterno, no era tal, la isla se estaba hundiendo con rapidez. Entonces todos comenzaron a preparar sus partencias, a cargarlas en sus barcos, y comenzaron raudamente la partida; únicamente quedó el amor esperando solo, pacientemente, hasta último momento.
Cuando de la isla ya quedaba poco fuera de la superficie el amor, decidió pedir ayuda. La riqueza pasó cerca del amor, en un enorme y lujoso barco, escuchó al amor gritarle:_ riqueza…..por favor, me puede llevar contigo?, pero la riqueza solo se dio tiempo para contestar,_ no puedo, tengo mucho oro y plata en las bodegas, y no hay lugar para ti, lo siento_….y eso fue lo último que alcanzó a oír el amor.
Entonces el amor, decidió pedirle al orgullo que venía en su dirección:_orgullo, te lo ruego, me puedes llevar contigo?; No puedo llevarte … respondió el Orgullo: – Aquí todo es perfecto, podrías arruinar mi barco y… ¿qué dirán los demás?
El amor comenzaba a sentirse derrotado y desesperado cuando vio pasar a la tristeza, a los gritos dijo:_ tristeza, por favor, déjame subir a tu barco e irme contigo_. No amor, respondió la tristeza, estoy tan triste que necesito estar sola.
De pronto el amor se dio cuenta que no estaba todo perdido, reconoció el barco del buen humor, se llevaban tan bien, comenzó a gritar a toda voz! , pero…..el buen humor estaba tan contento que no pudo oír que lo llamaba
Al límite de sus energía el amor se sentó en lo poco que quedaba ya de la isla, derrotado, aventurando el final, cuando una voz poco conocida, le dijo:_ amor ven, te llevo conmigo, el amor, dio vuelta para ver quien era, pero no lo reconoció, era un viejo de pelo y barba blanca, el amor, subió al barco, tan extenuado que cayó dormido sobre la cubierta.
Al llegar a tierra firme, el amor se sintió tan contento que comenzó a llorar, saltó del barco, nadó unos pocos metros y comenzó a besar la arena, estaba tan contento que olvidó dar las gracias al viejo, tampoco sabía su nombre. Y cuando quiso hacerlo, ya se había alejado.
Vió que ya en la isla nueva todos estaban instalados, y, que como en la anterior el lugar mas verde era ocupado por el saber, corrió con todas sus fuerzas, y estando delante, le preguntó:_ saber, quien era el amable viejo que me rescató y me ayudó?
El tiempo, respondió el saber con voz serena. El tiempo, el tiempo, suspiraba por lo bajo el amor, en voz baja, tratando de pensar con claridad. Pero….porqué será que el tiempo me ha ayudado?
El saber le respondió...:_ amor, solo el tiempo es capaz de comprender cuan importante eres en la vida.

Facundo.

Relato popular. sobre el que se realizaron algunas modificaciones descriptivas.

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