jueves, 28 de mayo de 2009

Los ejemplos

Podría ser una esquina de Buenos Aires cualquiera, pero particularmente es Carlos Pellegrini y Diagonal, ahí donde queda formado ese triángulo sobre la calle, con los cordones amarillos, donde la agente encuentra una isla salvadora en medio del tráfico, donde los transeúntes llegan con el paso apurado, porque los colectivos, los taxis, las motos y hasta las bicicletas llegan a gran velocidad desde la esquina de Cerrito y Corrientes. Nadie respeta el semáforo peatonal, pocos prestan atención a la figura de aquel rústico muñeco, no importa si es blanco, no importa si es rojo, lo único que importa es que no vengan autos, esto es mas que motivo suficiente para cruzar la calle. En los últimos tiempos un policía en las horas pico controla el avance de los peatones, haciéndoles saber con el sonido de su silbato, quienes están en infracción. Algunos entonces solo por pudor y no por seguridad, aguardan para cruzar correctamente.

Observo toda esta escena sobre la vereda, mientras aguardo el cambio de señal de rojo a blanco, de pronto por mi lado, pasa una mujer joven, con un carrito en el que viaja un bebé de no mas de dos años y una hermosa nena de la mano, se lanza a cruzar la calle, como un acto reflejo ,todos los que estamos ahí, miramos a la distancia, se acerca todavía lejos un colectivo y algunos autos. Contenemos la respiración, hacemos cálculos, miramos a la mujer, el carrito, la niña, el colectivo, los autos; el policía suena su silbato advirtiendo a esta mujer la cercanía de los vehículos. Todo transcurre en no mas de cinco u ocho segundos, bocinazos, quejas, y hasta algunas barbaridades, por parte de los conductores que pasan por detrás de la mujer que ahora logra llegar del otro lado a salvo; todos sentimos un gran alivio.

El semáforo peatonal cambia de rojo a blanco y avanzo con la vista puesta en la mujer que ahora parece no tener mucha prisa solo unos metros delante de mí. Cuando estoy a su altura no puedo dejar de mirarla, la niña que lleva del brazo despoja un alfajor de su papel y lo arroja el piso. La madre frena abruptamente el carro, regresa un paso para recoger el papel de la vereda y mira a la niña, _esto no se hace !!, que te enseño mami.?

No puedo aguantar ni contener mi media sonrisa triste y pienso, “eso mismo me pregunto yo”.


Instantanea de Buenos Aires, por Facundo Ochoa.

lunes, 25 de mayo de 2009

El tren de las oportunidades

Contándole a una amiga los otros días, algunas cuestiones que tenían que ver con esos momentos en los que uno se plantea ciertas cosas de su vida, de un tiempo a esta parte, y que a menudo suelen provocarme estado de ánimo pesimista, incertidumbre, arrepentimiento, no por los hechos o decisiones sino por no haber probado la otra opción, y pensando y tratando de sacar algunas conclusiones sobre esta cuestión. Pensando en aquel famoso y metafórico tren, que no se donde diablos va, porque hemos crecido sabiendo por advertencia de los mayores que solo pasa una vez; tren con el que el mundo se ha encargado en demostrar el valor de aprovechar las oportunidades que se nos presentan, y claro cuando uno mas que tener la imagen de conducir hábilmente la locomotora con toda destreza , solo tiene la imagen de ver pasar ese último vagón por la vía y uno ahí sentado al costado como si nada, o con el boleto en mano pero tarde, todo parece volverse gris, ante esto que yo trataba de explicarle, me dijo algo en lo que me he quedado pensando desde aquel día, sobre las oportunidades y las elecciones personales.

Yo no creo que esto sea así, es mas, creo que es mentira, y yo claro agudice mis oídos para de una vez por todas y para siempre revelar cual era la historia secreta de aquel tren, me dijo: todos los días y a toda hora sale un tren, de una estación muy cercana, de manera que puedes subir cuando lo desees, y no debe importarte de donde viene el tren, ni que vagones pesados arrastra, solo debes saber y tener claro a donde quieres ir de manera de elegir el tren correcto.

Gracias.

miércoles, 20 de mayo de 2009

CUMPLEAÑOS 32


Hoy es mi cumpleaños, y como suele suceder cuando llegan estas fechas, uno se permite un tiempito para pensar y reflexionar algunas cosas.
La ceremonia de recibir saludos, felicitaciones, obsequios y hasta los festejos, con torta y cumpleaños feliz incluidos, nos impiden comprender cabalmente el significado de cumplir un año más.

Algunos dirán que sumamos un año a nuestras vidas y otros, algo más pesimistas, afirmarán que debemos restarle un año más al tiempo que nos queda en este mundo. Todo depende del cristal con que lo miremos.
Creo que cumplir años implica tantas cosas que no alcanzarían las páginas del mundo como para describirlas, tantas emociones y tantos recuerdos que solamente uno tiene un espacio propicio para poder albergarlos. Cumplir años es ir tomando conciencia de quienes somos y del mundo en que vivimos. Cumplir años es descubrir de a poco lo afortunados o desafortunados que fuimos. Cumplir años es entender nuestra propia realidad y comprender muchas de las cosas que antes no comprendíamos. Cumplir años es crecer, madurar, recapacitar. Cumplir años es aprender a perdonar, pero fundamentalmente es aprender a perdonarnos. Cumplir años es saber siempre que vas a estar cuando te necesite por algo, porque hermanos no hay muchos. Cumplir años es dejar los juguetes, asumir responsabilidades y obligaciones en un mundo que exige ocultar -y hasta matar- al niño que fuimos. Cumplir años es concretar, pero también soñar. Cumplir años es tomar conciencia de las injusticias, las diferencias, las necesidades propias y de quienes nos rodean. Cumplir años es asumir que no todo es tan justo como quisiéramos y que los valores, aquellos que conforman esa escala de la que tanto nos han hablado, se han ido derritiendo en una sociedad que privilegia solamente el lucro, el éxito y el poder. Cumplir años es cierto es reprocharnos aquello que no hicimos y quizás sea tarde o no, Cumplir años es pensar que hubiese sido de haber tomado otra decisión diferente frente a aquello. Cumplir años es recordar como los festejábamos y lo mucho que nos costaría hoy levantarnos al otro día, Cumplir años es recordar a los amigos, a los que ponen las manos en el fuego por uno, sabiendo que podrían quemarse, porque esos que las ponen sabiendo que no les va a pasar nada, no son mis amigos. Cumplir años es buscar la verdad, nuestra propia verdad, para poder desplegarla y ejercitarla cuando sea necesario. Cumplir años es aceptar, soportar y tolerar. Cumplir años es advertir lo mucho que hay para hacer y lo mucho que podemos hacer. Cumplir años es ayudar, brindar una mano y ejercitar la verdadera solidaridad. Cumplir años es advertir las sillas vacías de los muchos que lamentablemente ya no están, pero también valorar el espacio que ocupan aquellos que sí están. Cumplir años es alegría, tristeza, melancolía, recuerdos y mucho más. . Por eso, cumplir años es así, la vida misma, porque más allá de toda reflexión y todo balance, cumplir años es vivir, solamente... vivir.


Eduardo Castillo Paez "Periodismo y Opinión"

Gracias a todos los que se acordaron, los que también se acordaron pero no hicieron nada al respecto, seguramente con motivos valederos, los que se van a acordar mañana, o pasado llamar argumentando cualquier desperfecto tecnológico , satelital, etc.

A los amigos reencontrados y recuperados gracias a las nuevas herramientas modernas. A los que no están, pero se no solo que se hubieran acordado sino que hubiesen sido los primeros en llamar.
A los que estuvieron en momentos complicados, felices, amargos y dulces.

A los que hacen como que les importa, pero en realidad no, gracias igual.
A los que perdieron la costumbre de acordarse hace tiempo pero hoy la retomaron

Y a vos.


Facundo 21.05.09

jueves, 14 de mayo de 2009

Mensaje encontrado en una botella en la costa


Hace siete meses, tres días y dos horas naufrague en esta isla que no figura en ningún mapa.
La primera semana lloré como un niño asustado y el miedo vino a vivir conmigo, luego..maldije a Dios los quince días siguientes, pasé tres dias sin agua ni comida...;los siguientes dos meses he llorado tu cuerpo y soñando con el tibio roce de las sábanas limpias.

Cada noche encendía fogatas en los montes mas altos, pendiente de que un barco pasara por delante de esta isla maldita, y en la playa he dejado mensajes de socorro pidiendo que vinieras.

Arroje cien botellas con mensajes urgentes y durante tres meses aprendí que la vida es cielo celeste, un fruto, el agua del torrente, el sol que cada tarde tiñe de rojo el agua.
Ya no siento temores, y recuerdo vagamente que mas allá del mar hay fusiles y espadas, hay hombres que maldicen haber nacido un día y que aquel mundo era una isla de monstruos.

Ayer, me desperté cantando sin que nadie me preguntara ¿estás loco?, ¿por qué tanta alegría?..., cada tarde escribo versos en la arena, que borran las mareas, y que vuelvo a escribir.
Hoy he visto pasar muy cerca un barco, he apagado raudo la luz de las fogatas, he borrado todos los mensajes de auxilio.
Afortunadamente el barco no me vió...., y ha pasado de largo.



ISMAEL SERRANO, -introducción a "canción de amor propio"-

GAY



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Es un sitio dormido, verde y olvidado de Buenos Aires, la Plaza Colón, frente a la Casa de Gobierno.
Los coches zumban cerca, pero con rara lejanía, como bichos a la hora de la siesta. Hay una fuente donde los gorriones, pájaros que se han incorporado a los tangos abusivamente, beben como pueden el agua que no queda. No hay aquí durmientes con diarios en la cara y, quizá por estar cerca de la Casa Rosada, se ve que limpian y cortan el pasto. Contemplo la estatua de Colón.
Encima de las figuras alegóricas de la base, el Almirante mira hacia el río, un pie graciosamente adelantado como el de quien se dispone a arrancarse en un paso de ballet. Las manos, que sostienen un documento, un mapa quizá, están una sobre la otra en gesto de imprevista femineidad, algo parecido al recurso de los cómicos del teatro picaresco de Buenos Aires cuando hacen de homosexuales.
El autor, no se si porque lo quiso o por algún otro motivo, nos regaló un Colón gay.

La dulce Carola


Yo conozco la historia de un tipo que se enamoró desde una ventana. Es la historia de un amigo, vive en México, en el D.F., trabaja en la octava planta de un edificio, en unas oficinas en el centro de la ciudad.
Y un día, estaba con la mirada perdida en el smog del D.F. cuando bajó la mirada del cielo a la calle; o más bien del smog al cielo, porque allí estaba ella, la dulce Carola, de belleza soberbia, radiante cruzaba la calle, y a sus pasos se detenía toda la ciudad. En frente, había un edificio en obras, y todos detenían su ritmo frenético para observar aquella mujer.
Un obrero estuvo tentado de lanzarle un piropo, pero el de al lado le dio un codazo para callarlo; tal era el silencio litúrgico que imponía esa mujer. Y mi amigo se quedó embobado mirando aquella mujer, cruzando la calle… Ella iba pensando en lo suyo, pensando quizás en lo duro que iba a ser su nuevo trabajo en el restaurante de la esquina. Se quedó embobado viendo cómo la puerta del restaurante devoraba a aquella mujer menuda, y supo mi amigo que nada sería igual.
A la mañana siguiente, después de haber estado toda la noche pensando en aquella mujer, mi amigo salió a la ventana, se asomó… Y allí la encontró. Y aquella cita era diaria, aquella cita se convirtió en una obsesión; día a tras día mi amigo se asomaba a la ventana y la veía pasar, se preguntaba como sería ella, como sería su vida, como despertaría, como dormiría. Pasaban los días, y pasaban los meses, y mi amigo a veces creía percibir el perfume de ella desde lo alto del edificio, fíjate. Creía escucharla tararear una canción y la melodía le perseguía durante todo el día. Y pasaban los meses, y pasaron años… Y mi amigo asomado a la ventana, preocupándose cuando la veía caminar bajo la lluvia sin paraguas, preocupado cuando la creía ver mas delgada… Paso mucho tiempo, y muchas veces estuvo tentado de bajar los ocho pisos para decirle a aquella mujer, que: ¡que diablos! que la amaba. Pero no lo hizo.
Y paso mucho tiempo, cuatro años asomado a la ventana, y planeando el momento preciso para acercarse a ella… Y por fin tomo una decisión: sería este día. Ese día terrible, mi amigo se sorprendió un poco cuando no la vio pasar por debajo de su ventana, pero aún así se fue a buscarla al restaurante; buscó a Carola entre las mesas pero no la encontró, así que preguntó al encargado. Le dijo que Carola se había marchado, no del restaurante, del D.F… Se había ido a Acapulco con su familia, y no iba a volver más…
Y mi amigo supo del sabor amargo de la derrota. Supo que aquella mujer no volvería a cruzar por debajo de su ventana, y subió los ocho piso arrastrando los pies, y no se sorprendió cuando en la octava planta encontró a todo el mundo alborotado, de un lado para otro, frenéticos. Alguien con el rostro desencajado le dijo que la empresa había quebrado, que estaban en la bancarrota, así que todos en la calle. En un día había perdido todo: la mujer que amaba, el trabajo,… Volvió para casa, no muy sorprendido, todo encajaba. El mundo se derrumbaba y lo hacia todo de una vez
Durante mucho tiempo estuvo abandonándose en casa, sin saber que hacer, y solamente pensando en la dulce Carola. Primero sin el valor para salir a buscarla a Acapulco, y luego sin la plata necesaria. Pasó otro año, 5 años desde que vio a Carola por primera vez, y decidió, pues, tomar una decisión. Empezó a buscar trabajo, pero mi amigo tenia 39 años, y en México no es fácil encontrar trabajo a esa edad, porque ya no eres el joven agresivo que buscan las empresas, sabes?, y en todas las entrevistas de trabajo le decían que no y que no. Así que mi amigo decidió tomar una decisión que cambió su vida. Decidió buscar a un coyote (un coyote en México es un tipo que se dedica a negocios turbios). Veréis, mi amigo buscaría a un coyote para que le hiciese una falsificación de la partida de nacimiento; mi amigo bien podría aparentar 34, así que le pediría al coyote una partida de nacimiento que dijera que tiene 34 para así poder acceder a algún puesto de trabajo. Así pues, mi amigo se fue para la Plaza de Santo Domingo, cerca del Zócalo, donde están los coyotes…Y ahí tienes a mi amigo perdido, colgado de un lado para otro. Se acabó perdiendo entre las callejuelas, y apareció en un callejón inhóspito, en un portal antiguo, viejo. Observó como un anciano le sonreía y le hacia señas para que le siguiera. Mi amigo siguió a aquel misterioso hombre, y supo que era un coyote. Le dijo: - yo soy tu hombre, se lo que necesitas, - si ya se, necesito una partida de nacimiento que falsifique que tengo 34, - vale, vale, dame tus datos. Empezó a tomar datos, y mientras tomaba datos, el viejo coyote, le dijo:
-¿ Alguna vez estuviste en Acapulco?
Y a mi amigo le dio un vuelco al corazón y se deshacía en el ácido del recuerdo, - Nunca.- El viejo le dijo: ” Veras, yo vivo cerca de la autopista hacia Acapulco, cerca de Tepozán, ¿Conoces la curva del autopista?” ¿conocéis la leyenda, verdad?, mi amigo también; la del fantasma que hacía autostop en el mismo sitio, que se subía en el primer coche y desaparecía en la misma curva en que se mato… Aquella carretera estaba deshabitada. Casi nadie pasaba por allí por miedo al fantasma. mi amigo asintió, y el viejo le dijo: “Pues veras, muchas veces he estado tentado de agarrar la autopista para Acapulco y empezar de nuevo… Espera un momento”. Y mi amigo, se quedó pensando en Acapulco y mil huidas. Al rato vino el viejo coyote, con los documentos falsos, y se fue para casa. Aquella noche sólo pudo dormir con el recuerdo de la dulce Carola.
A la mañana, el teléfono sonó bien temprano. Alguien al otro lado le decía: “Oye que tienes que venir a la reunión, que es urgentísimo, que tienes que estar aquí, vente para la oficina!”. Y mi amigo colgó el teléfono, maldiciendo al tipo al otro lado de la línea: “¡la oficina!..bah”. El caso es que antes de despedirse, el coyote le había dicho: “Ten cuidado, vuelves a tener 34 años, no repitas lo errores”. Y pensó en las palabras del coyote mientras se despertaba; encendió la radio, y en la radio las noticias de otras veces… Mi amigo buscando los papeles del coyote; no los encontraba… De repente alguien dijo la fecha: era la de hacía 5 años. Bajó corriendo las escaleras y compró el primer periódico que vio. Miró la fecha… y era la de hacía cinco años. Volvía tener 34 años. Agarró el primer taxi que vio, se fue para su oficina volando, subió las ocho plantas corriendo, y allí estaba todo igual: su mismo despacho, la misma gente…Y la misma ventana. Mi amigo se acercó a ella, se asomó y su aliento se detuvo; como toda la ciudad, al paso de la dulce Carola. Todo empezaba de nuevo.
Ahí tienes a mi amigo, con todo el futuro por delante, o con todo el pasado, no se muy bien. Volviendo a mirar por la ventana y encontrándose con aquella mujer; ahora jugaba con ventaja, porque conocía los plazos del tiempo que le quedaba. Aún así, dejó pasar el primer año deleitándose, asomándose por la ventana, y planificando bien la declaración de amor; pensando en la pose precisa, en las palabras adecuadas, y dejó pasar el tiempo. Un día se presentó en el restaurante a la hora de comer, se sentó en la primera mesa que vio libre, y vio a Carola, deambulando entre las mesas, se acercó, se puso delante de él, y le dijo: “¿Qué desea?”. Aquel era el momento, ésa era su oportunidad, así que su garganta se tensó como una guitarra, y mirándola le dijo:
“Una sopa de cebolla y un filete de ráchela bien cocido, por favor”.
Carola tomó nota y se fue. Mi amigo se estuvo maldiciendo toda la noche, así que al día siguiente, ahí le tienes, sentando a la mesa, mirando a Carola, clavando sus pupilas en las de ella y diciendo: “una sopa de cebolla y unos tacos de camarones, por favor”. Y al día siguiente, armándose de valor: “Una sopa de cebolla sólo, por favor”. Y así, día tras día, asomándose por las ventanas viéndola pasar, y a la hora de comer asomándose a una sopa de cebolla… Y el tiempo pasaba. A veces mi amigo creía que ella fijaba su vista en él, y entonces, ahhhh . amigo… Entonces las palomas del parque volaban, los borrachos en las tabernas brindaban a su salud, los feligreses en las iglesias se abrazaban, y los soldados en primera línea de fuego se daban largos besos en la boca. Qué va. Ella no reparaba en él. Y pasaba el tiempo, pasaban los días, pasaban los meses, y pasaban los años, años de sopa de cebolla. Por fin llego el momento; no podía retrasar más la declaración. Al día siguiente Carola se iba, y aquella noche casi no durmió mi amigo. Pero al día siguiente ahi se presento, se acercó a Carola como todos los días, y le dedico una sonrisa, quizás mas afectuosa que otras veces. El caso es que se hizo silencio un instante que pareció eterno, ahí pensó decir “Me gustas cuando callas por que estas como ausente”, o no se, quizás, “¿Por qué me despierto de madrugada mientras todos duermen?” Pensó en decirle:” Me dueles mansamente, me dueles, quítame la cabeza, córtame el cuello, porque nada queda de mí después de este amor”. Pensó en decirle simplemente: “Quédate conmigo, por favor”. Y por fin: “Una sopa de cebolla, por favor”. Era inevitable. Mi amigo comió la sopa de cebolla como un condenado a muerte, en calma y en silencio, y se fue para casa. Ni siquiera pasó por su despacho, sabia que la derrota era inevitable, y a mi no me sorprende mucho porque creo que alguien dijo una vez: que “los amores cobardes, no llegan ni amores, ni a historias; se quedan ahí, ni el recuerdo los puede salvar, ni el mejor orador conjugar”.
Al principio mi amigo se derrumbó, pero luego…. Luego también, pero trató de buscar de nuevo al coyote para encontrar la posibilidad de…. De yo qué sé. Y se fue para la plaza de Santo Domingo, y rebuscando encontró el nuevo callejón y el antiguo portal… Y no. Encontró una sucursal del Fondo Monetario Internacional; esos eran otros coyotes, no le interesaban. Así que recordó las palabras del viejo coyote: cerca de Tepoztlan, recordó la curva del autostopista. Agarró el carro y se fue para allá… No se sorprendió cuando se encontró un poblado fantasma; aquel pueblo era una sombra del pasado, todo en ruinas, abandonado desde hacía mas de 50 años. Empezaba a hacerse de noche. Mi amigo se sonrió, asumió la derrota y decidió volver a casa cuando ya era noche cerrada. Entró en el coche y, al poco de salir del pueblo, encontró a una chica haciendo autostop en el arcén. Mi amigo no lo dudó, paró, bajó la ventanilla, y “¿A dónde vas?”: - al D.F. – “Pues sube”, y al poco de subirse ella dijo: - tenga mucho cuidado en la siguiente curva. Y apenas pudo acabar la frase, porque en la última palabra sonó el reventón de una rueda, así que mi amigo, se tuvo que hacer a un lado de la carretera, y dijo: “disculpa”… Y tenías que ver la cara del autoestopista. Porque la curva quedaba lejos.
Bueno…Pues, se detuvieron, él bajó a cambiar la rueda, y ella con él… Y empezaron a hablar; una conversación trivial, pequeñas cosas, que fueron creciendo como bolas de nieve hasta convertirse en grandes cosas - ¿Y tú de dónde eres?, - Pues yo del DF., y él le preguntaba:”Y a qué te dedicas”, y ella decía: “antes estudiaba, pero ya no”… Al rato no sé que le estaría contando él porque ella se descojonaba de risa, y jamás nadie había tardado tanto en cambiar una rueda, la verdad. Y la noche pasaba, y mi amigo le empezó a contar la historia de la dulce Carola, del coyote, y de la ventana, y de la sopa de cebolla, y le decía a la mujer: “¿Te lo crees?”, y la mujer decía:
“Si yo te contara… Yo sé lo que es desaparecer justo en el momento preciso, yo sé lo que es repetir la historia una y otra vez…. Yo te entiendo”.
- ¿Tu crees en los amores a primera vista? – ¿acaso existen otros?
Aquella mujer, la autostopista era hermosa, no se si tanto como Carola, pero era hermosa, triste pero hermosa. Aquel silencio fue eterno, y él le dijo: volvamos al coche, te llevo al D.F. Y mientras se subían al coche, el pensó en decirle: “Quédate conmigo, huyamos juntos a cualquier sitio, empecemos de nuevo, yo que se!”, y quizás ella pensaba lo mismo, pero, sin embargo, dijo: “Ten cuidado con esa curva”. Y mi amigo tuvo mucho cuidado, paso la curva, y con los ojos fijos en la carretera, mi amigo no se atrevía a mirar en el asiento de al lado. Quizás ella también se había marchado como la dulce Carola y volvía a estar solo, y sabiéndose solo, se dirigió hacia la autopista y cuando iba a entrar en ella escucho una voz al lado que decía:
“¿Alguna vez has estado en Acapulco?”
Mi amigo miro en el asiento de al lado y hay seguía ella, ahora estoy seguro era mas hermosa que Carola, mi amigo dijo:” Nunca”, y ella le dijo: “Pues llévame”. Y se fueron, y así siguen en la carretera. Mi amigo no volvió a ver a Carola, porque lo importante no era Acapulco, lo importante era el viaje, y saber que hay que tener memoria para no repetir los errores y saber que la historia no se debe repetir.
Sobre los fantasmas, no sé si creer. Yo no sé si hay vida después de la muerte. Hay gente que se cuestiona si hay vida antes de la muerte. Yo personalmente me cuestiono si hay vida antes de las 12 de la mañana…
El caso es que por aquella carretera ahora pasan después de media noche, no se si existe un coyote que me devuelva a mi pasado, no creo, pero yo personalmente no dejare que pases por debajo de mi ventana sin pedirte que te quedes conmigo, ni que subas a mi coche sin que emprendamos una urgente huida.


Ismael Serrano. durante la presentación de " Principio de Incertidumbre"

" Los gemídos de mi vecino"


El otro día conocí a mi nuevo vecino, un tipo raro.

Estaba el otro día bajando las escaleras, estaba bajando la basura al contenedor, y me lo encontré allí en el portal hablando solo. La verdad es que me dio un poco de miedo; el portal a oscuras, el y yo solos, y el tipo hablando solo.

Enseguida el tipo me sorprendió detrás de el y me dijo "no pasa nada, estoy hablando solo" Y dije, "A mucho mejor, me quedo mas tranquilo", y al rato me dijo "No se preocupe, estaba hablando con Carlos Gardel" y yo le dije… "ah, de puta madre"

Resulta que mi vecino es esquizofrénico, y lleva desde los 15 años hablando con Carlos Gardel. El sabe que es una alucinación, y que solo lo ve el, pero de vez en cuando, cuando están a solas, no puede evitar darle de vez en cuando conversación.

Y yo pensé:"¿Como mola no?, que de puta madre, tener a Carlos Gardel siempre a mano para darte algún consejo, o te cante un tango en un momento dado "El caso es que la cosa no quedo ahí, mi vecino y yo nos hicimos muy buenos amigos, y me contó su historia: Me contó que se acababa de mudar de casa, y que andaba triste, y yo le dije "Claro normal, uno se apega a las cosas de una manera un tanto absurda; luego marcharse... se hace duro" y el me dijo…" no, resulta que allí quedo una mujer

"Una noche, me contaba, en su antigua casa, llego tarde, salió tarde del trabajo, y llego bien entrada la noche, así que se quito su ropa enseguida, se puso su pijama, encendió el televisor, y empezó a zapear, a ver cualquier cosa, mientras iba y venia al frigorífico picando cualquier cosa.

Y de repente, como un pulmón lejano, a lo lejos, me cuenta mi vecino, escucho como sonaban los gemidos de su vecina, como un leve terremoto, poco a poco, cada vez mas fuertes…., al final temblaban los cristales de las ventanas. Mi vecino no lo pensó 2 veces, me contó enseguida, apago el televisor, bajo un poco la luz y se dejo mecer, dejo que los gemidos de su vecina se metieran debajo de su pijama, que se posaran encima de su mesilla, dejo que los gemidos nadaran debajo de la cama, y le movieran las pelusas, dejo que los gemidos agitaran la ropa tendida en la bañera, y durmió… Durmió como nunca, dijo que nunca había tenido un despertar tan dulce, su vida cambio por completo a partir de entonces, todos los días ella puntual con sus gemidos, y mi vecino feliz, apagando la luz y el televisor. El caso es que su vida cambio, y no solo su vida, sino la de todo el bloque, la gente se saludaba con un animo muy diferente, se daban grandes abrazos, incluida la vieja del tercero, que siempre se había negado a poner parabólica en el edificio.. en la siguiente reunión "parabólica y lo que haga falta, esto es maravilloso".

Pero la vecina de los gemidos, nunca iba a las juntas, y mi vecino todavía no la conocía, no sabia como era su rostro. Una noche, mi vecino había quedado con unos amigos, iban de caza, se había puesto su mejor traje y corbata, y ya estaba preparándose para irse, cuando en la habitación de al lado, enseguida, escuchó como su vecina entraba con alguien, al rato, intuyó como la ropa caía al suelo, y a poquito puntuales, los gemidos. En ese momento se quitó la americana, la colgó de la percha, se deshizo el nudo de la corbata, apagó la luz... y faltó a su cita.

Supo entonces que estaba locamente enamorado de aquella mujer. Fue entonces cuando mi vecino se tuvo que mudar de casa, y venirse a mi barrio.

Y me cuenta, que de vez en cuando, el abre las ventanas de par en par, y afinando el oído, a lo lejos, puede escuchar a una mujer gimiendo. Dice que es su antigua vecina, que le busca… no se si será verdad... pero yo por si acaso... abro las ventanas...

Mi vecino se había enamorado perdidamente de aquella mujer, así que, tenia que salir en su búsqueda, y un día, como que no quiere la cosa se presentó en su antigua casa, con la excusa de recoger el correo, y llamo a la puerta de aquella mujer. Llamó una vez, y no abrió nadie, volvió a llamar, y tampoco abrió nadie; así que decidió marcharse. Cuando ya se iba, salió la vieja del tercero (la de la parabólica) y entonces le dijo; que ella ya no vivía allí, que también se había mudado al poco de irse el, ella también se había ido:

"Pero si quiere usted, le digo donde trabaja" le dijo la vieja… y mi vecino "dígamelo ya mismo por favor". Ella le dijo que trabajaba en la oficina del INEM.

Total que una mañana, el se presenta en la puerta de su oficina para encontrarla, y así fue; la encontró tras la puerta de cristal. Dice mi vecino que es tal y como se la había imaginado, (no me preguntes como) el caso es que estaba atendiendo a un lado del mostrador, y al otro lado una larga cola de gente, que esperaban para dar la solicitud de trabajo.

A mi vecino le temblaban las piernas como a Bambi, y no encontraba el momento para cruzar la puerta de cristal e ir a hablar con ella. Así que se armó de valor, cruzó la puerta, y se puso a la cola.

Por fin le toco su turno y ella le pregunto con la mirada dulce:-¿es la primera vez?

Y mi vecino encantado dijo:- Como si lo fuera

El caso es que, ella le dijo que rellenara un formulario, y el obediente lo relleno.
Después ella le dijo:-Bueno, tengo que hacerle algunas preguntas
A lo que me vecino le contestó:- Si usted supiera las que yo tengo que hacerle a usted

Así que ella dijo con el lápiz en la mano, y apuntando en el papel; ¿Estudios? , y claro mi vecino entendió cualquier cosa, entendió mordisco en el cuello, besos en la espalda, arañazos, en que podía pensar, si recordaba los gemidos permanentemente de aquella mujer, y era imposible abstraerse de esa situación.

Aunque al final, contesto:-Se abrir una botella de cerveza con los dientes, conozco las canciones de Silvio Rodríguez, e incluso alguna de Gardel, de hecho las de Gardel de primera mano, me las canta al oído. Conozco exactamente la situación de la estrella polar, así que si fuese navegando nunca me perdería, pero no se navegar, así que lo de la estrella polar, quítelo.

Ella sonriente le dijo: creo que no me ha entendido, le pregunte por su formación.-

Conozco perfectamente la barra de todos los bares de mi barrio, se perfectamente como por ellas se deslizan las pena y las cervezas de los que por allí pasan, conozco perfectamente los efectos terapéuticos del mojito, conozco las espaldas de algunas mujeres y sus geografías.

Y ella ya enfadada mirándole a los ojos dijo: ¡A muy bonito! ¿Y en que quiere trabajar el señorito?-

Ahora que lo dice, me gustaría ser interiorista, ahora que lo dice, me gustaría ser el bombero que apaga los fuegos a mi vecina, me gustaría ser probador de hamacas, para eso hay que saber dormir, y de eso yo se un rato largo. Me encantaría ser el que le afina las guitarras a Eric Clapton, me encantaría ser el cartero de Pablo Neruda, el que canta nanas a su hija cuando la tengamos, me encantaría ser jardinero en Marte, desarmador de misiles nucleares, pescador en los bares de la luna, me encantaría ser cuidador de unicornios azules.

El caso es que mi vecino no consiguió el trabajo, pero consiguió el teléfono de ella, mucho mejor. Por la noche quedaron, tuvieron una cita, y aquella noche ardió la ciudad, se dijeron alguna mentira, o 2, pero da igual, porque uno se creía la mentira del otro y viceversa así que da igual.

El caso es que aquella noche se dijeron grandes cosas, y bebieron como si lo fueran a prohibir. Fue una noche intensa. Mi vecino entonces descubrió que estaba enamorado, sobre todo cuando la noche acababa, como las agujas del reloj, cuando aparecían por detrás de los edificios ella le pregunto:-¿Y como apareciste aquella mañana por mi oficina? Mi vecino me dijo que sabía que no podía mentir a aquella mujer, a la que quería y amaba tanto, tenia que decirle la verdad en ese momento, y se la dijo. Le hablo del eco de sus gemidos rebotando en el pasillo, de los gemidos que quedaban en el edredón por las noches, de cómo cuando faltaban sus susurros y jadeos llegaba tarde, desvelado y cabreado al trabajo, como adelantaba la salida del trabajo, no fuera que empezaran sin el. Le hablo de cómo la amaba, desde el momento que, como un terremoto, aquel primer jadeo entro por su ventana.

Y él pensó que la había cagado, porque ella cayó, se hizo un silencio un tanto tenso. Hasta que ella miro los ojos de el, y le dijo: -Así que los gemidos…. Vaya. ¿Y Carlos Gardel no tiene ninguna canción al respecto?

Mi vecino se quedó con la boca y los ojos totalmente abiertos como platos y totalmente pálidos, y dijo ella.- Es que Carlos Gardel lleva siguiéndonos toda la noche, y no te has molestado en presentármelo. Así es como mi vecino dejo de hablar solo desde entonces. Ahora son mis vecinos, se vinieron los 2 para casa, y mi vecino tenia razón, vaya nochecitas…

Así que ya sabéis, les recomiendo que de madrugada si andan desvelados, si tienen insomnio, abran las ventanas de par en par, que afinen el oído, y sobre el rumor de la ciudad, podrán escuchar a una pareja haciendo el amor, apaguen la luz y el televisor, y abrasen a su pareja. Y escuchen sudar al cabrón de mi vecino.

Y yo ya dejo de escribir, me voy a ir a la habitación, a abrir las ventanas de par en par…. NO VAYA A SER QUE EMPIEZEN SIN MI...


Ismael Serrano, duarent eun concierto en "las ventas" MADRID 2000

Gustos y Opiniones


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Creyendo que la razón por la que su amigo estaba melancólico y poco feliz era la mujer que a este lo acompañaba decidió darle su cruda opinión, cuando lo viera esta tarde en el lugar de siempre, le haría saber lo que el, y el resto de sus amistades pensaban acerca de ella.
Durante las cuadras que lo separaban del encuentro, trató de ordenar sus pensamientos y de encontrar la manera por sobre todas las cosas de no herirlo, buscando las palabras justas, por unos metros decidió que lo mejor sería ser directo, sincero y crudo y que al fin y al cabo, la amistad entrañable que tenia con el, no se rompería por una crítica; unos metros mas allá comprendió que tal vez, no era lo mejor, que, quizás pudiera contarle al amigo una historia, falsa, de un encuentro inventado, con el que pudiera describir la forma en que veían a su mujer, y desde luego con la cual, el pudiera sentirse identificado y darse cuenta de una vez por todas, que su relación con aquella mujer no le estaba haciendo para nada bien, y así lo hizo.
Al entrar en el bar, lo encontró sentado en el lugar de siempre, con la vista perdida entre la gente que pasaba junto a la ventana. Los primeros instantes de la charla fueron dedicados a novedades, noticias de actualidad y resultados deportivos.
Promediando el café, y creyendo aquel momento como apropiado para dejarle saber su mas sincera opinión le dijo:_
Hoy,... me he quedado un largo rato observando a una mujer que almorzaba unas mesas más allá de la mía, de una belleza común, sin maquillaje, y el pelo solo recogido en una simple cola, de mirada triste y pensativa, de aspecto gris y frío; comía en forma pausada como si nada mas allá fuera un buen motivo para apresurarse, como si nada del mundo le interesara mas que esas hojas que ahora estaba leyendo hasta que la interrumpió la llegada de un té, si...! de un té!. Me distraje unos segundos viendo como la gente comenzaba a correr bajo la lluvia que sin aviso empezaba a caer, hasta que el sonido de su celular me hizo otra vez dirigir mi atención a ella, que con una voz pausada respondía hola..., sí, ..que se yo, no me jode, y luego; sí... me da lo mismo, no se...mucho no importa tampoco, ... el sábado? Mmm, no tengo muchas ganas, prefiero ver una película tranquila en casa.;...bueno si..., ...como quieras. luego comenzó a juntar las cosas, y junto a su mochila colgada del hombro salió a la vereda y sin importarle para nada la lluvia comenzó a caminar normalmente rumbo a la esquina.
Que mujer no? Que rara, que poco parecían importarle las cosas,
El otro amigo lo miró fijo, con una sonrisa en la cara, y los ojos iluminados: que hermosa no?, la descripción de una mujer perfecta.

"Disculpen la molestia" Eduardo Galeano

Quiero compartir algunas preguntas, algunas “moscas” que me andan zumbando en la cabeza, y que tiene que ver con el tema de la justicia, si es justa la justicia, si está parada sobre sus pies, la justicia del mundo al revés, porque ahora se escuchan por todas partes, clamores exigiendo la pena de muerte, pero no demandan castigo contra los amos del mundo esos clamores, faltaba mas los clamores claman contra los asesinos que usan navajas, no contra los que usan misiles. Y uno se pregunta: ya que esos justicieros están tan locos de ganas de matar, por qué no exigen la pena de muerte contra la injusticia social? Es justo un mundo que cada minuto destina tres millones de dólares a los gastos militares? Cada minuto tres millones de dólares a los gastos militares, mientras cada minuto mueren quince niños por hambre o enfermedad curable? Contra quien se arma hasta los diente la llamada comunidad internacional? Se arma contra la pobreza o contra los pobres? Por que los fervorosos de la pena capital no exigen la pena de muerte contra los valores de la sociedad de consumo que cotidianamente atentan contra la seguridad pública, o acaso no invita al crimen el bombardeo de la publicidad que aturde a millones y millones de jóvenes desempleados o mal pagados, repitiéndoles noche y día ; día y noche que ser es tener, tener un automóvil, tener zapatos de marca.,tener, tener, y quien no tiene, no es.
Y porque no se implanta la pena de muerte contra la muerte? El mundo está organizado al servicio de la muerte. hoy fabrica muerte la industria militar, y devora la mayor parte de nuestro recursos y buena parte de nuestras energías. Los amos del mundo solo condenan la violencia cuando la ejercen otros y este monopolio de la violencia se traduce en un hecho inexplicable para los extraterrestres y también insoportable para los terrestres que todavía queremos contra toda evidencia, sobrevivir. Los humanos somos los únicos animales especializados en el exterminio mutuo, y hemos desarrollando una tecnología de la destrucción que está aniquilando de paso al planeta y a todos sus habitantes, esa tecnología se alimenta del miedo, es el miedo quién fabrica los enemigos que justifican el derroche militar y policial, y en tren de implantar la pena de muerte, que tal si condenamos a muerte al miedo?, no sería sano acabar con esta dictadura universal de los asustadores profesionales? Los sembradores de pánico que nos condenan a la soledad y nos prohíben la solidaridad, sálvese quien pueda, aplastados los unos a los otros, el prójimo es siempre un peligro que acecha, ojo, mucho cuidado, este te robará, aquel te violará, ese cochecito de bebé esconde una bomba musulmana, y si esa mujer te mira, esa vecina de aspecto inocente, es seguro que te contagia la peste porcina. En el mundo al revés dan miedo hasta los mas elementales actos de justicia y sentido común; pero…no nacieron para caminar juntos, bien pegaditos, el sentido común y la justicia?
Ahora el mundo está triste porque se venden menos autos, una de las consecuencias de esta crisis mundial feroz, es la caída la esta prospera industria del automóvil, si tuviéramos algún resto de sentido común y algo de sentido de la justicia. No tendríamos que celebrar esa buena noticia?, o acaso la disminución de los automóviles no es una buena noticia? .Desde el punto de vista de la naturaleza, que estará un poquito menos envenenada, y desde el punto de vista de los peatones que morirán un poquito menos. Según Lewis Carroll (1) , la reina explicó a Alicia como funciona la justicia en el país de las maravillas, dijo la reina: ahí lo tienes, está encerrado en la cárcel cumpliendo su condena, pero el juicio no empezará hasta el próximo Miércoles, y, por supuesto, el crimen será cometido al final.
En El Salvador, el arzobispo Garraf Borromero (2) comprobó que la justicia, como la serpiente, solo muerde a los descalzos. El murió a balazos, por denunciar que en su país los descalzos nacían de antemano condenados como en el cuento de la reina, por delito de nacimiento. El resultado de las recientes elecciones en El Salvador, no es de alguna manera un homenaje? Un homenaje al arzobispo romero y a los miles que como el murieron luchando por una justicia, justa en el reino de la injusticia?
A veces terminan mal las historias de la historia, pero ella, la historia, no termina.;cuando dice adiós; dice hasta luego.

Transcripción de la reflexión leída el 05.05.09 en el programa “la mañana” de Victor Hugo Morales, radio Continental AM 590, Buenos Aires, Argentina.

Para escuchar el audio en youtube :

INDICADORES ARGENTINOS


1- La cantidad de turistas que ingresaron en “la feliz” el 1º de Enero

2- La cantidad de casamientos del último martes 13

3- La cantidad de lluvia caída hasta ahora…..

4- La cantidad de quemados por pirotecnia después de navidad

5- Cantidad de ganado ingresado en Liniers

6- El índice de popularidad de un político en una encuesta encargada por él mismo.

7- El índice Merval

8- La época del Riesgo país

9- El primer alumbramiento del año

10- La sensación térmica de Tierra del Fuego y Jujuy

11- La cantidad de granos cargados en Rosario, Bahía Blanca y……


"El pelotudo argentino" Mario kostzer, edit. Vergara